jueves, 16 de junio de 2011

CONFÍA en el Señor


Cuando era pequeña, seguía a mi padre adondequiera que fuese. Siempre admiré lo dedicado que era al Señor. Él estableció para mí un alto estándar de servicio desinteresado. Todos los años tomaba una semana libre del trabajo; pero en vez de irse de viaje, nos pedía a la familia que lo ayudáramos a pintar la casa de la viuda que vivía al lado. Ése es sólo un ejemplo de los muchos actos de servicio; siempre estaba pensando en los demás. Cuando yo estaba en la escuela secundaria, mi padre enfermó gravemente. Oré incesantemente y le pedí al Padre Celestial que bendijera a mi padre para que sanara. Estuvo en el hospital un mes y después falleció. Eso fue una tragedia para nuestra familia. Para nosotros su muerte no tenía ningún sentido ya que necesitábamos a nuestro padre. Oré para comprender por qué había ocurrido eso y por qué el Padre Celestial no había contestado mis oraciones. Me parecía que los cielos estaban en silencio; no obtuve una respuesta a mis oraciones. Sentía que el Padre Celestial me había dejado sola, pero seguí orando. Un año después, asistí a una reunión sacramental en la que el discursante leyó un pasaje de Proverbios: “Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. “Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas” (Proverbios 3:5–6). El Espíritu me testificó que ésa era la respuesta a mi oración. Debía confiar en el Señor. Esa respuesta tardó mucho tiempo en llegar, y no era la que yo quería, pero era la respuesta más maravillosa a una oración. Yo no necesitaba comprender la razón por la que había ocurrido; tenía que confiar en el Señor. Cuando confías en el Señor, puedes hacer cualquier cosa—aunque sea muy difícil—porque Él endereza tus veredas. Él caminará a tu lado; te tomará de la mano; mandará a Sus ángeles para que te rodeen. Ése es mi testimonio; y es verdad para todos nosotros.

Elaine S. Dalton, Presidenta General de las Mujeres Jóvenes

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