Un hombre llega a una fila para esperar su turno; delante de él había una pareja de ancianos.
El hombre, que acababa de llegar, preguntó:
- ¿ Es esta la fila?
La mujer que había delante de él, sin dejarle terminar de hablar le dijo:
-No no, usted debe buscar la suya.
El hombre un poco extrañado preguntó:
- ¿ No están todos para lo mismo o acaso aqui no me pueden ayudar?
El hombre que estaba con la mujer respondió:
- Claro que si, es solo que mi esposa está preocupada. Llevamos mucho tiempo esperando y pensamos que se han olvidado de nosotros.
- ¡ Caray!, lo siento- dijo el hombre.
Al poco tiempo, este hombre fue llamado y cuando se marchaba feliz le dijo a los ancianos:
- No se preocupen, estoy seguro que alguien va a darse cuenta y recordaran que formaron parte de su familia, y que haran todo lo posible para poder ayudarles.
"La responsabilidad mayor que Dios ha puesto sobre nosotros, es ocuparnos de nuestros muertos"
José Smith
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